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Considera las ventajas y desventajas de autofinanciar tu negocio

Cuando se trata de financiar una startup, los emprendedores siempre nos encontramos con el debate interno de cuál es la mejor manera de lanzar nuestro proyecto.

¿Arrancamos con fondos propios para evitar diluirnos en exceso desde el principio? ¿Vamos a tener suficientes ahorros? ¿Necesitamos contar con inversión externa para no morir en el intento? ¿Qué ventajas y desventajas nos podría suponer?

En este artículo vamos a hacer un repaso de todas estas preguntas para arrojar un poco más de luz sobre los pros y contras de autofinanciar nuestra empresa. Hay que tener en cuenta que esto es una decisión que hay que meditarla mucho y depende de la situación en la que se encuentre cada emprendedor o equipo fundador.

Bootstrapping

El bootstrapping es la forma más típica de empezar con tu negocio. Si no conoces qué es el bootstrapping, de forma resumida, no es más que crear y desarrollar una empresa con fondos propios, provenientes de ahorros personales y de las ventas que se van generando. Veamos cuáles son sus pros y sus contras

Ventajas del Autofinanciamiento

Libertad de decisión y control total

Sin lugar a dudas, esta es la ventaja principal de lanzar un negocio con dinero propio. Al autofinanciar una startup, se mantiene el control absoluto sobre el rumbo del negocio. No hay inversores externos ni interesados a quienes rendir cuentas, lo que brinda la libertad de materializar las ideas sin comprometer la visión original. Por no decir, que al principio de la vida de cualquier startup estas inversiones externas suelen pagar un precio muy caro, ya sea por el elevado porcentaje de participaciones de la empresa o por las condiciones que se imponen en el contrato o en el pacto de socios. Es algo a tener en cuenta.

Agilidad y flexibilidad

El bootstrapping permite tomar decisiones de manera ágil y adaptarse con flexibilidad a las condiciones cambiantes del mercado. Al no depender de las expectativas de los inversores, se puede experimentar, pivotar y ajustar el modelo de negocio según sea necesario. Esta agilidad resulta especialmente valiosa en las etapas iniciales, cuando es vital adaptarse a los comentarios de los clientes y las demandas del mercado.

Aprendizaje y desarrollo de habilidades

Tanto si eres un emprendedor en solitario o si sois varios socios, sois vosotros quienes deberéis asumir múltiples roles y estar involucrados en distintos aspectos del negocio. Desde el marketing hasta el desarrollo de productos, pasando por las finanzas y la atención al cliente. Iréis adquieriendo una valiosa experiencia y un conjunto de habilidades muy amplio. Este aprendizaje práctico se convierte en una herramienta valiosa a largo plazo, permitiendo tomar decisiones informadas y enfrentar mejor los desafíos con eficacia. ¿Y por qué no decirlo? Cuando es tu propio dinero el que está en juego, se pone muchísima más dedicación porque el riesgo es altísimo.

Enfoque en el crecimiento sostenible

El autofinanciamiento obliga a priorizar un crecimiento sostenible y el uso eficiente de los recursos. Con fondos limitados, se vuelve necesario ser consciente de cada gasto, haciendo que el negocio deba ser rentable por necesidad. Este enfoque en la rentabilidad desde el principio puede llevar a la sostenibilidad a largo plazo y a reducir el riesgo de quedarse sin capital.

Tomar la decisión más acertada

Todos estos puntos que acabamos de mencionar suenan de maravilla y es por eso que la gran mayoría de emprendedores opta por esta vía. Pero este camino no es nada fácil y el riesgo de morir en el intento o no poder alcanzar los objetivos es muy alto. También es posible que las cosas hayan ido bien, pero necesitemos un buen trampolín para poder llevar la empresa al siguiente nivel. 

Ya sea por falta de fondos, miedo a perder todo tu dinero o la necesidad de poder hacer crecer el proyecto, llega un momento en el cual, poder contar con inversión externa puede merecer la pena.

Vayamos a continuación las desventajas para que podáis tomar una decisión lo más informada posible.

Desventajas del Autofinanciamiento

Recursos limitados

El bootstrapping a menudo implica trabajar con recursos financieros bastante limitados. Esto puede restringir la capacidad de invertir en tecnología, adquisición de talento, campañas de marketing o expansión de operaciones. La falta de fondos puede limitar el potencial de crecimiento y dejar en desventaja frente a competidores con sólido respaldo financiero.

Crecimiento más lento

Dado que las startups autofinanciadas dependen de la generación orgánica de ingresos, el crecimiento tiende a ser más lento en comparación con aquellas respaldadas por financiación externa sustancial. Sin el impulso financiero para una expansión rápida, puede llevar más tiempo ganar cuota de mercado, adquirir clientes y alcanzar una escala significativa. 

Mayores riesgos y estrés

Al ser el único respaldo financiero de la empresa, todo el riesgo recae en los hombros del emprendedor o socios fundadores. En caso de fracaso, se corre el riesgo de perder los ahorros personales y enfrentar dificultades financieras. Además, la presión de administrar el flujo de caja, cumplir con las obligaciones financieras y superar desafíos imprevistos puede ser emocional y mentalmente agotadora.

¡Ojo! Cualquier emprendedor debe de estar preparado a hacer frente a la montaña rusa de emociones que supone desarrollar una empresa, cuente o no con financiación externa. Contar con inversión, puede amortiguar el estrés producido por la falta de capital, pero de ninguna manera elimina todas las dificultades que tiene que superar el emprendedor. Esto no es un trabajo de 9 a 5, esto es un camino de héroes.

Red de contactos y apoyo limitados

Este punto se suele pasar por alto, sobre todo, los que es la primera vez que se lanzan a la piscina empresarial, pero es una de las cosas más importantes a tener en cuenta.

El autofinanciamiento puede limitar el acceso a valiosas redes de contactos, conexiones en la industria y oportunidades de mentoría que la financiación externa puede aportar. Los inversores suelen ofrecer orientación, experiencia y una red de contactos más amplia, lo que impulsa el crecimiento empresarial y las oportunidades futuras.

El autofinanciamiento de una startup conlleva ventajas y desafíos únicos. Ofrece el control total, la flexibilidad y un enfoque sostenible hacia el crecimiento, pero también exige ingenio y habilidad para superar obstáculos. Antes de lanzarse a esta travesía de bootstrapping, es crucial evaluar cuidadosamente la situación financiera, la tolerancia al riesgo y las metas de crecimiento. Sin embargo, la decisión de emprender o buscar financiamiento externo debe alinearse con los objetivos y la visión a largo plazo de la empresa. Cabe recordar que no existe un enfoque único y que cada camino tiene sus propias ventajas e inconvenientes.

Y tú, ¿qué opinas al respecto? ¿Piensas que siempre es acertado buscar inversores? ¿Cuándo crees que puede ser el mejor momento para buscar financiación externa?

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